martes, 22 de mayo de 2012

MEDIA MARATÓN DE ZARAGOZA 2012 - JESÚS ARROYO

Y ahora me toca hablar de ese personaje que os he comentado antes, Jesús Arroyo, una liebre atípica y que te hace la carrera más llevadera, más cómoda y, sobre todo, más divertida. Capaz de sacar lo mejor de uno mismo y de entregar un poquito más. Sólo por no dejar de escuchar sus anécdotas y sus chistes, ya merece la pena seguir su ritmo. Y si, habéis leído bien, anécdotas y chistes, pues es a lo que se dedica cuando no está dando algún consejo o imitando algún animal de la selva (por cierto, muy bien). Ya en la salida, verte a un tipo con una camiseta de Etiopía y un megáfono te hace pensar que algo va a ser diferente, y vaya que si lo es.



Por lo poco que pude saber, Jesús está metido en la UNESCO y ha recorrido mundo tratando de destacar la importancia del deporte como elemento integrador en países más necesitados. Además, es el organizador de la Carrera del Ebro, que tuve ocasión de disfrutar este año. Creo que anda buscando patrocinadores, así que si sabéis de alguien, no os lo penséis.

Ese mundo que ha recorrido, le sirve para cargar, aparte de con su caña, el globo de liebre y el megáfono, con un montón de cosas que contar y hacer la carrera más accesible a todos los que con él íbamos. Recuerdo perfectamente cómo nos decía que ya no teníamos que pensar en la carrera, que teníamos que hacerlo en la siguiente, que esa ya estaba hecha (no llevábamos ni la mitad). También recuerdo cuando giramos por el puente de hierro y empezo a meterse con Murakami, cuando habla de lo que piensa cuando corre. Jesús defendía la postura opuesta: "yo corro sin pensar". Yo iba descojonado, y eso que las piernas ya ni me sujetaban. Por cierto, he leído "Tokio Blues" y al japonés es para colgarlo.

Aparte de todas estas bromas, es un corredor como la copa de un pino. Corre carreras de larga distancia. Algo contó de una por el norte de 100 km y un bar donde cada diez km hacía unos avituallamientos un tanto partículares de bebida no isotónica. Le invito a que lo narre si lee este blog (o lo desmienta, igual la fatiga me afecto al oído). Pués como decía, además de las bromas está constantemente dando consejos. Cómo ponerse con el viento de cara, de culo y de lado. Cómo subir, cómo bajar, cuándo recuperar, apretar o aflojar. Cuándo y cómo beber, echarse agua en las piernas. Por dónde trazar. Un auténtico pozo de sabiduría de esto de correr y con una capacidad de trasmitirlo abrumadora. Una liebre sólo te marca un ritmo. Jesús te ayuda a conseguir tu meta.

Por cierto, una muy buena noticia. ¿A qué no sabéis quién es la liebre de 4 horas de la Maratón de Zaragoza? Pues eso, a entrenar que merecerá la pena. Yo ya me he sacado la plaza.

¡¡¡Muchas gracias por todo Jesús!!! Sigue así.

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