viernes, 26 de abril de 2013

MARATÓN DE MADRID 2013 - HORAS PREVIAS

Créeme, en tu corazón brilla la estrella de tu destino.

Friedrich Schiller (1759-1805) Poeta y dramaturgo alemán.

36 horas. Dentro de 36 horas volveré a tomar la salida en una Maratón. Dentro de 36 horas me enfrentaré de nuevo a ese destino que no se si estaba puesto allí o me he inventado, pero del que ya o puedo escapar.

Madrid nos espera, más frío que otras veces, más ventoso y, espero, no más lluvioso. Imagino que ni el frío ni el viento ni la lluvia aplanaran esas terribles cuestas en las que fue construida esa gran ciudad, pero tengo las pilas suficientemente cargadas como para verlo todo llano. De lo que el físico no pueda, se va a encargar la mente y después, como ya sabéis, el corazón. Y por supuesto, por si todo ello no fuera suficiente, ahí van a estar Fátima y Miriam, empujando desde la cercanía y todos vosotros desde un poco más lejos. Casi imposible fallar, pero si ocurre, estaremos orgullosos por haberlo intentado. En Boston estarán orgullosos de todos nosotros.


En cuanto a como me siento, me encuentro muy bien, de fuerzas y de ganas. Esta semana realicé mis últimos entrenos, un par de 10k, el último el martes. Las piernas un poquito cargadas, pero de eso ya se encargo ayer Tamara, la fisio del ACB Aviva, a la que le doy las gracias por tener esas manos tan privilegiadas. El lunes he vuelto a quedar con ella para la sesión de chapa y pintura. El miércoles y jueves no me he movido. Y hace un rato he salido a trotar. Me he llevado un buen tema en el MP3 que comparto con vosotros. Me hace ver las cosas con optimismo, y eso me gusta.




Mañana por la mañana cogemos el AVE rumbo a la capi, dejar cosas en el hotel, feria Expodepor, recogida de dorsal, pasta party y visita a la meta en el retiro (el ritual es el ritual). El domingo a las 9, a por todas.

Por cierto, han colgado en la página de la Maratón la línea azul pintada ya en la calle mayor, y se me han puesto los pelos como escarpias. Buena señal, ¿no?

Foto: Mirad como veo las calles de Madrid. Alguien sabe que es esa raya azul del suelo??? ;-)

Y poco más os cuento (de momento). El lunes, o martes, que estaré muy cansado cuando vuelva, os diré como ha ido. Os adelanto parte: ambiente fantástico, 26.000 almas corriendo Castellana para arriba, cada uno con su meta, cada uno con su sueño.

El mío, va por ustedes.

miércoles, 17 de abril de 2013

MARATÓN DE BOSTON 2013 ¿POR QUÉ?

Siempre que odio y amor compiten, es el amor el que vence.

Calderón de la Barca.

Foto

No es fácil ni siquiera empezar a escribir esta entrada para el blog.

Este lunes, antes de ayer, faltaban 13 días para la Maratón de Madrid. Para aquellos que habéis corrido este tipo de carreras u os habéis preparado para cualquier proyecto de características similares, podéis imaginar lo que ello supone.

Las mariposas en el estómago están ahí de nuevo, cuidas la alimentación, procuras no hacer excesos, cualquier molestia, aunque sea en la punta de la oreja, enciende todas las alarmas... en fin, una sensación maravillosa.

Supongo que la misma que tenían los más de 25.000 corredores que el lunes, tomaban la salida en el fabuloso Maratón de Boston, uno de los Majors (junto con Chicago, NY, Berlín, Londrés y Tokio). Lo más de lo más. Circuito rápido donde los haya, hasta el punto de no estar homologado por su desnivel negativo.

La carrera donde en 1967 una MUJER (con mayúsculas), Katherine Switzer demostró al mundo de lo que ellas eran capaces en un gesto que marcaría este deporte.



25.000 sueños multiplicados por otros tantos de todos aquellos que les acompañaban, apoyaban y ayudaban, aquellos que siempre están ahí para ser capaces de dar ese paso que tu cuerpo se niega a dar, pero que lo hacen posible.

Pero el lunes alguien decidió que aquello no le gustaba. Por una razón que jamás alcanzaré a comprender, decidió que aquellas 25.000 historias de superación, de amor, de apoyo, de compañerismo, de extraer lo poco valioso que queda en los seres humanos hoy en día no le gustaban. Y por ello decidió hacer daño donde otros buscaban el bien, eligió el dolor donde otros buscaban la felicidad.

La primera pregunta que se hacían todos era el motivo del atentado, como si no estuviera suficientemente claro. Es evidente que no se si se trata de un ataque terrorista o de un loco. Pero el motivo, lo tengo claro, el odio. No puede haber otro para hacer algo así.

Al día siguiente, mucha gente me decía que se acordó de mi cuando vio la noticia, y ciertamente no me sorprende. Inevitablemente, mi mirada al ver los vídeos de la noticia se dirigía al reloj de tiempos. 4 horas 9 minutos. Si, elegí Berlín como podía haber elegido Boston, y, sin duda, mi tiempo está ahí. 5 minutos antes, 5 después o en ese mismo instante. La agencia que organiza mi viaje llevó a 70 personas a Boston. Su responsable habló por la tele esa misma noche. Demasiadas cosas como para no sentirse algo tocado. Tan lejos y tan cerca al mismo tiempo.

Pero en fin, la vida sigue, y si hay algo que tengo claro que voy a hacer, como absolutamente todo el mundo, es seguir corriendo, demostrando que somos muchos los que rechazamos toda esa basura en la que algunos quieren convertir este mundo. Seguiremos buscando nuestra historia de superación, de amor, de apoyo y de compañerismo y, esto os lo aseguro, la encontraremos.

Por eso el día 28 de abril, iremos a Madrid a correr. Y además esta vez correremos más, porque el aliento de Martin, Krystie y Lu va a estar empujándonos a todos, al igual que empujaban en esa línea de meta el lunes hasta que alguien creyó que podía silenciar sus gritos de apoyo. Pero se equivoco, los ha hecho más y más fuertes.



Muchas gracias por ese apoyo que sentiremos desde allá donde esteis y por hacer más grandes nuestros sueños.

¡¡¡ PREPARADOS, LISTOS, YA !!!


Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo.

Ludwig van Beethoven.

!!!Bueno, bueno, bueno!!! Abandonadicos, y del todo, os tengo. Ya me perdonaréis esos pocos seguidores pero el ajetreo de mi vida va in crescendo, y estos últimos 3 meses han sido de lo más completito.

Por ir centrando el asunto, he vuelto a cambiar de curro. Esta vez no ha tenido nada que ver con la anterior. Sin malos rollos, con buenas palabras y guardando siempre un profundo agradecimiento a mis compañeros de Litelfone que en todo momento me trataron de manera formidable. Simplemente tuvo que ver con la búsqueda de algo más afín a lo que mejor se me da, que no es otra cosa que vender. Lo encontré a mediados de febrero y ahora ando metido vendiendo bases de datos jurídicas en Thomson Reuters, y de momento, con muy buenas perspectivas.

La estabilidad en lo profesional también me ha llevado a retomar mis estudios de Geografía e Historia, que el año pasado deje algo abandonados y, por supuesto, a seguir corriendo y a plantearme nuevos y más variados retos. De hecho, este año voy a compaginar las carreras a pie con las marchas ciclistas. En mayo correré la versión corta de "Los Puertos de la Ribagorza" y en junio la "Quebrantahuesos". Desde ya marco una gran diferencia entre unas y otras. Reconozco que cuando corro busco mejorar marcas, aunque sea la mía propia o alguna cifra redonda. En la bici no va a ser el caso. El fin único va ser el de disfrutar. Si dejo de hacerlo, me bajaré de la bici y me subiré al coche escoba. No hablaré de fracasos ni de objetivos no cumplidos.

En cuanto a lo de correr, que sigue centrando el calendario, a estas alturas de año ya llevo buen tute y varias carreras. Algunas mejor que otras. Como prometí en mi última entrada, corrí las dos San Silvestres, la de Las Fuentes en serio, la otra disfrazado de mujer de vida alegre junto a mi hermano y Rodri. En la segunda el tiempo fue lo de menos, las risas lo de más.



En la primera me llevé una alegría, ya que tras la Maratón de Zaragoza me había dejado ir bastante. Estrené mis nuevas Asics Gel Nimbus 14 (maravillosas), y corrí 5,4k a 4,37" el km, 20" el km por debajo de la del año anterior ante una distancia mayor. Las comparaciones con el año pasado van a ser permanentes, ya que el objetivo es bajar de 4 horas en la Maratón de Berlín, y para ello tengo que ir mejorando en todas ellas.

Después de eso vino la 10k del Roscón. Este año no hubo perros cruzándose en mi camino una semana antes así que la disputé. Estaba algo acatarrado y las sensaciones antes eran horribles. Pero el cuerpo es caprichoso, y tras el pistoletazo de salida, me empecé a sentir muy cómodo, marcando los primeros kilómetros por debajo de 4´30". A partir del 3, más por precaución que por necesidad, decidí conservar para volver a apretar en el último. El resultado, 45´56". Mi mejor 10k el día que menos me lo esperaba. El día, es verdad, acompañó.



Para febrero estaba apuntado a la Duatlon Cross de Utebo, que había corrido el año pasado. Pillo el fin de semana con tiempo más horrible del año, con temperaturas bajo cero y rachas de viento de 100 km/h. A esto hay que sumarle que coincidió entre las dos semanas que fui a Valladolid a hacer la formación de mi nuevo curro. De hecho, me iba el domingo por la tarde. Como además no me encontraba nada bien, decidí no correr. Sabia decisión a tenor de los 39º de fiebre que tenía al día siguiente en Pucela.


De vuelta a las carreras, otra mítica, la del Ebro. 14 km esta vez. En este caso me encontraba muy bien a la salida, pero las rampas, las piedras y el viento en contra me derrotaron. Buscaba 1h 10´ y me fuí a 1h 13´ (1h16´ si contamos el medio km de más con el que nos obsequió la organización). Cada vez tengo más claro que lo de las montañitas para mi es más cosa de andar que de correr. ¡Viva el llano! Eso sí, la del Ebro volvió a juntarnos a unos cuantos (Hector, Miguel, Rodri, Johny, David y yo). Y eso, como ya he recalcado otras veces, vale más que cualquier marca.



Y a finales de marzo, y ya con la mente puesta en la Maratón de Madrid, tocó la Media de Sabiñánigo. No me canso de decirlo, preciosa carrera. Fin de semana inmejorable, hotel con Spa en Sabiñánigo, paseítos y gastronomía por el pueblo y, el día de la carrera, temperatura ideal, montañas nevadas como telón de fondo y un circuito razonablemente llano. No quise forzar la maquina del todo, y aún así, me la ventilé en 1h 51´ (6 minutos menos que el año pasado). Y eso que en la 2ª vuelta se levantó un aire que me hizo perder algo de tiempo. En general, muy buenas conclusiones. Estamos en el camino correcto.


Por último, el 7 de abril decidí correr una 10k en Huesca, en el Polígono Walqa, aunque para probar geles, medias compresivas nuevas y rodar en tiempos de Maratón. El circuito era buenísimo y la climatología mejor (¡qué pena no haber venido a por marca!). Hice los 9 primeros km suaves y en el último decidí marcarme un sprint a ver si lo aguantaba hasta el final. Y vaya que si lo hice. Me salió en 3´44". Los geles y las medias bien. La nata de las fresas que nos comimos el día de antes y que nos intoxicaron el domingo por la tarde a mi señora y a mi, no tan bien. Aunque saquemos de todo una lectura positiva. Pasamos un día horrible, pero perdí 2 kilos (aún me acordaré de la nata cuando suba la cuesta de Alfonso XII el próximo 28 de abril...).



A partir de ahí, ya todo ha sido entrenar. Estoy buscando hacer tiradas largas a ritmo lento. Espero que funcione, porque nunca había entrenado así, pero me encuentro cómodo y confío bastante en ello.

Y sí, mientras escribo estas líneas, apenas han pasado un par de días desde que un hijo de puta decidiera poner dos bombas en la meta de la Maratón de Boston, pero a esto prefiero dedicarle una entrada aparte.

Por lo demás, que tiemble Madrid, que vamos a por ella.