miércoles, 17 de abril de 2013

MARATÓN DE BOSTON 2013 ¿POR QUÉ?

Siempre que odio y amor compiten, es el amor el que vence.

Calderón de la Barca.

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No es fácil ni siquiera empezar a escribir esta entrada para el blog.

Este lunes, antes de ayer, faltaban 13 días para la Maratón de Madrid. Para aquellos que habéis corrido este tipo de carreras u os habéis preparado para cualquier proyecto de características similares, podéis imaginar lo que ello supone.

Las mariposas en el estómago están ahí de nuevo, cuidas la alimentación, procuras no hacer excesos, cualquier molestia, aunque sea en la punta de la oreja, enciende todas las alarmas... en fin, una sensación maravillosa.

Supongo que la misma que tenían los más de 25.000 corredores que el lunes, tomaban la salida en el fabuloso Maratón de Boston, uno de los Majors (junto con Chicago, NY, Berlín, Londrés y Tokio). Lo más de lo más. Circuito rápido donde los haya, hasta el punto de no estar homologado por su desnivel negativo.

La carrera donde en 1967 una MUJER (con mayúsculas), Katherine Switzer demostró al mundo de lo que ellas eran capaces en un gesto que marcaría este deporte.



25.000 sueños multiplicados por otros tantos de todos aquellos que les acompañaban, apoyaban y ayudaban, aquellos que siempre están ahí para ser capaces de dar ese paso que tu cuerpo se niega a dar, pero que lo hacen posible.

Pero el lunes alguien decidió que aquello no le gustaba. Por una razón que jamás alcanzaré a comprender, decidió que aquellas 25.000 historias de superación, de amor, de apoyo, de compañerismo, de extraer lo poco valioso que queda en los seres humanos hoy en día no le gustaban. Y por ello decidió hacer daño donde otros buscaban el bien, eligió el dolor donde otros buscaban la felicidad.

La primera pregunta que se hacían todos era el motivo del atentado, como si no estuviera suficientemente claro. Es evidente que no se si se trata de un ataque terrorista o de un loco. Pero el motivo, lo tengo claro, el odio. No puede haber otro para hacer algo así.

Al día siguiente, mucha gente me decía que se acordó de mi cuando vio la noticia, y ciertamente no me sorprende. Inevitablemente, mi mirada al ver los vídeos de la noticia se dirigía al reloj de tiempos. 4 horas 9 minutos. Si, elegí Berlín como podía haber elegido Boston, y, sin duda, mi tiempo está ahí. 5 minutos antes, 5 después o en ese mismo instante. La agencia que organiza mi viaje llevó a 70 personas a Boston. Su responsable habló por la tele esa misma noche. Demasiadas cosas como para no sentirse algo tocado. Tan lejos y tan cerca al mismo tiempo.

Pero en fin, la vida sigue, y si hay algo que tengo claro que voy a hacer, como absolutamente todo el mundo, es seguir corriendo, demostrando que somos muchos los que rechazamos toda esa basura en la que algunos quieren convertir este mundo. Seguiremos buscando nuestra historia de superación, de amor, de apoyo y de compañerismo y, esto os lo aseguro, la encontraremos.

Por eso el día 28 de abril, iremos a Madrid a correr. Y además esta vez correremos más, porque el aliento de Martin, Krystie y Lu va a estar empujándonos a todos, al igual que empujaban en esa línea de meta el lunes hasta que alguien creyó que podía silenciar sus gritos de apoyo. Pero se equivoco, los ha hecho más y más fuertes.



Muchas gracias por ese apoyo que sentiremos desde allá donde esteis y por hacer más grandes nuestros sueños.

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